I beat Covid

 Por supuesto que esta pandemia no estaría completa si no me hubiera agarrado Covid. La experiencia tiene que ser total. Mi vida es un eterno periodismo Gonzo, no puedo observar nada desde afuera.

Me desvié como una campeona durante un año y tres meses. Viajé a Brasil en medio de la segunda ola, con varias cepas diferentes circulando por el aire, fui a trabajar en colectivo, mi jefe me salpicó saliva en la cara varias veces, salí a comer, tomé el tren, me reuní con amigos cuando era permitido, gente sin máscara entró al ascensor conmigo, y nada. Nada.

Pegué Covid justo en medio de un nuevo lockdown, después de varias semanas yendo solamente al supermercado. Calculo que fue Javi quien me lo trajo, ya que tuvo síntomas unos días antes que yo. ¿Sabemos cómo él se consiguió el microbio? Evidente que no. Lo único distinto que hizo fue ir a clases de piano, en el apartamento del profesor, un piso debajo del nuestro. El profesor, a su vez, dijo que nunca tuvo nada. Ni siquiera un poquito de tos.

Ayer tuve el alta epidemiológica y parece que ahora puedo salir de casa sin contaminar a medio mundo.

¿Cómo superé todo esto? Muy bien, por suerte. Fueron dos días de fiebre, otros dos días con dolores corporales, fatiga y falta de ganas de vivir, y otros cinco días con mucha congestión nasal. Yo era una ametralladora de mocos. Ahora simplemente no huelo nada. Ni el café ni mi humectante de manos con sabor a beijinho.

¿Recomiendo? No lo recomiendo. Quedate en casa.

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