Historias cruzadas



 En los últimos dos años leí cuatro biografías que se relacionaban indirectamente entre sí y terminó siendo una experiencia interesante. Era como ver distintas vertientes de una misma historia desde el punto de vista de otros personajes, donde determinados hechos cobran mayor o menor importancia según quien la vivió o la contó.

Todo empezó con Our band could be your life, un libro donde el periodista Michael Azerrad cuenta la historia de varias bandas indie americanas con un corte muy preciso: ellas empezaron o estuvieron en su apogeo entre 1981 y 1991. Él eligió las trece bandas más destacadas del underground de la época y realizó una breve biografía de cada una. Entre ellas se encuentran Sonic Youth, Dinosaur Jr, Black Flag, Minor Threat y Mudhoney. Es obvio mencionar que estas bandas están directamente relacionadas, incluso esa fue la idea del libro. Pero algunos de ellos también terminaron cruzando el camino de los Beastie Boys, biografía que leí a continuación.

Ellos  nacieron en la misma época, vivieron su apogeo en Estados Unidos en la década de 1990 e incluso compartieron ambientes, amigos, equipos y escenarios. Excepto que en su libro los Beastie Boys muestran una perspectiva un poco más mainstream, al menos en un momento determinado, llegando a lugares y personas a las que ninguna de las otras bandas había llegado en ese momento.

Luego fue el turno de Mark Lanegan darme una visión un poco más, digamos, oscura de ese mismo período, principalmente para el lado de Seattle. Lanegan tuvo problemas con las drogas la mayor parte de su vida, estuvo cerca de la muerte varias veces y en su biografía muestra una realidad que no vemos en los shows ni en el programa de Jay Leno, donde todo siempre parecía absolutamente normal y bajo control. Casi todos en esa escena tenían problemas con sustancias en algún nivel, pero nunca escuché que alguien haya tocado tan fondo como Mark Lanegan. Él compartió a uno de sus mejores amigos con Kim Gordon, la autora de la última biografía americana que leí.

El amigo era Kurt Cobain y ambos hablan de su relación con él y cómo les afectó su muerte, dónde estaban ese día y cómo se enteraron. Kim conocía a Kurt antes de que empezara a salir con Courtney Love, a quien también conocía e incluso esperaba que nunca tuvieran una relación. La excéntrica y problemática Courtney Love que todos conocemos fue la que pagó la rehabilitación que sacó a Lanegan del limbo.

Y Kim, por supuesto, también se cruzó en el camino de los Beastie Boys en diversas situaciones, algo que no es de extrañar, ya que las dos bandas comenzaron su andadura en el underground neoyorquino.


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