Fanáticos

 No soporto a los fanáticos en general, pero ciertamente hay fanáticos peores que otros. Los fanáticos de una banda, a menos que sean adolescentes pubescentes naturalmente insoportables, son para mí el tipo de fanáticos menos desagradable. Lo que no quiere decir, fíjate, que no sean desagradables.

Los fanáticos políticos son hors-concours, ni siquiera vale la pena mencionarlos, deberían haber sido exterminados de la Tierra en 2012, los de derecha y de izquierda, abrazados. Sufren de la misma enfermedad contagiosa, solo que en lados opuestos. Los dos defienden con uñas y dientes cualquier cosa que haga su ídolo. La única diferencia es que los de la izquierda se esfuerzan más, buscan mejores justificaciones, una lógica casi convincente, mientras que los de la derecha son solo un montón de rumiantes repitiendo cosas sin sentido.

Los fanáticos religiosos, sin embargo, son más peligrosos, pueden destruir el mundo. Y a diferencia de los fanáticos políticos, se preocupan por todo menos por sus dioses. Les gusta el dinero y decirles a los demás qué hacer con sus vidas. En general, todos son rumiantes. Pero aquellos que lograron convertirse en poseedores del poder, en su mayoría ilegalmente, hacen creer a otros rumiantes más ignorantes que algún día ellos también serán ricos y tendrán un lugar en el cielo. ¿Cómo? Convenciéndolos de que les den una parte de su sueldo y que les digan a otras personas qué deben hacer con sus vidas.

Pero, ¿ya viste a los fanáticos del cine? Los de películas de animación, principalmente. Casi todos los fanáticos del cine son fanáticos del cine fantástico. No es muy común ver muñecos, tazas, remeras, disfraces, objetos de tamaño natural o personas reunidas para hablar sobre Cinema Paradiso o Old Boy, por ejemplo. ¿Viste alguna vez a un fanático de Toy Story o Shrek? ¿Viste sus tortas de cumpleaños? ¿Sus tweets? ¿Su dedicación a defender algo que no le importa a nadie más que a ellos mismos? Tienen 34 años y cuentan cómo lloraron copiosamente con el final de Toy Story 4. Y ahora también están desconsolados con las actitudes de J.K Rowling.


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