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Frances y su palabra favorita. |
Cuando salió Conversations With Friends, el 15 de mayo en Hulu, vi que rápidamente todos salieron a decir que no deberíamos compararla con Normal People.
¿Por qué no podría comparar la calidad de dos series basadas en libros de la misma autora (Sally Rooney), que tenían prácticamente los mismos guionistas, directores y productores y fueron filmadas en el mismo país? Buena pregunta, pensé, aún en el primer episodio.
Entonces entendí. No era para comprar porque simplemente no hay comparación posible. Normal People es tan superior que cualquier analogía es incluso ofensiva. Normal People fue simplemente mi serie favorita de 2020, mientras que Conversations With Friends ganó la batalla contra la segunda temporada de Russian Doll como la serie más aburrida de 2022. Y aún no estamos ni en la mitad del año.
De hecho, estoy siendo bastante razonable, porque la serie no solo es aburrida, hay muchos factores que la hacen insoportable y me he torturado casi todos los días desde el estreno para ver hasta dónde iría.
Resulta que simplemente todos los personajes son absolutamente insoportables. Y ese fue mi combustible para no dormir mientras miraba. Tenía tanto odio que me mantenía despierta.
En la trama, la tímida estudiante universitaria Frances, quizás el personaje más insulso de la historia de la dramaturgia mundial, empieza a relacionarse con Nick, el novio de Taylor Swift, quien es más grande y está casado con Melissa, Jessa de Girls.
¿Es incómodo ver la traición ahí, en la cara de todos? Antes de que lo fuera. Sin embargo, ni la pareja Nick y Frances ni la pareja Nick y Melissa logran mostrar ningún rastro de química a lo largo de los 12 episodios de la serie. Quiero decir, no hay forma de que el espectador quiera que Nick esté con Frances o Melissa (o ambos al mismo tiempo) porque todos parecen primos. Primos aburridos.
Si por un lado Frances y Nick protagonizan las escenas de sexo más inexpresivas que nadie haya visto jamás, él y su mujer simplemente no se tocan, no se besan, no se miran a los ojos. En los 12 capítulos, la mayor muestra de cariño entre ambos fue un abrazo en el lanzamiento del libro de Melissa.
Podrías decir “ah, pero es porque están en crisis, de lo contrario Nick no la estaría engañando”. Sí, realmente no estaban pasando por su mejor momento, pero eso no impidió que Nick le dijera a Frances que ama mucho a su esposa y que no piensa en dejarla.
Luego tenemos a Bobbi, una chica neoyorquina súper cool y lesbiana, que resulta ser la mejor amiga de Frances. Las dos eran novias, pero se separaron y continuaron con una amistad muy cercana. Frances nunca había tenido una relación con nadie más que con Bobbi, lo que demuestra que no hay razón para que ella estuviera interesada en Nick. Principalmente porque todos se conocieron más o menos al mismo tiempo empezaron a salir juntos, los cuatro. De hecho, Bobbi y Melissa incluso chaparon al principio, pero las cosas no evolucionaron de ese modo.
El premio al segundo personaje más insulso en la historia de la dramaturgia mundial obviamente es para Nick. Además de tener el carisma de una papa, por alguna razón habla como un telefonista de línea erótica de los años 90.
Peor mirá, mi crítica no tiene nada que ver con el hecho de que Nick engaña a su mujer en la cara de todos con una chica más joven, que frecuenta su casa y pasa las vacaciones con ellos. Acá no hay puritanismo. Mi punto es el sin sentido de todo esto. No podés sentir nada por ninguno de los personajes, simplemente es imposible tener empatía por nadie. No podés sentir el amor de Frances por Nick, el amor de Nick por su esposa o el amor que Nick luego dice que siente por Frances.
Y Bobbi, ¿qué se puede decir de Bobbi? Ah sí. Bobbi es una histérica nefasta. Hace drama de todo y trata mal a Frances en prácticamente todos los episodios. Lo triste es que ni siquiera podés sentir pena, tal vez porque Frances se lo merece, o tal vez porque no importa.
Así como no había leído el libro que originó Normal People, tampoco he leído Conversations With Friends y, en general, no creo que la historia sea del todo mala. Es una trama que podría haber sido interesante si no hubiera estado tan mal desarrollada, con personajes horribles, mal interpretados por actores mediocres y un final completamente desconectado.
La única actriz que había visto actuar antes era Jemima Kirke, Melissa (y también Jessa de Girls). Curiosamente, es la única que entrega algo, aunque su personaje haya sido mal desarrollado y poco aprovechado.
Y bueno, sacando todo lo que está mal, lamentablemente no queda mucho.
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