2020: ¿existió o no existió?

 Siempre empiezo mis resoluciones de año nuevo analizando las del año anterior y no es porque 2020 fue prácticamente un agujero en nuestra existencia que dejaré de hacerlo. Incluso porque, sorprendentemente, logré concluir varios de los objetivos propuestos en diciembre de 2019.

Entonces, vayamos al análisis anual de mi vida. Estos eran mis planes:

- Cambiar de trabajo. Eso es gracioso, lo sé. Podés reírte No fue como esperaba, pero sucedió. Empecé a trabajar en un nuevo lugar, que no era una agencia, en febrero. En marzo empezó la pandemia y la crisis no golpeó a la puerta, la derrumbó directamente, por lo que no renovaron mi contrato de prueba. Entré en pánico, por supuesto, pero estuve desempleada menos de dos semanas, y ahora, al menos por ahora, estoy mejor que antes..

- Aprender francés. Ya estuve con Duolingo en 2019 y me quedé con él en 2020. La idea era hacer más que eso. Sin embargo, ese plus fue bastante insuficiente, solo vi varias series francesas e hice un curso online gratis de nivel 1, pero medio así nomás.

- Mudarme a otro departamento. No sucedió, principalmente por la pandemia, así que firmamos una prórroga de un año

- ¿Viajar? Bueno, sin comentarios. Ni siquiera pude ir a Mar del Plata porque dos días antes del viaje empezó la cuarentena.

- Hacer un curso. Al comienzo de la cuarentena aprendí un poco más sobre programación con algunos cursos gratuitos de Udemy y más para el final del año pagué por uno de UX Writing.

- Volver a hacer ejercicios. Éxito total. El 2 de marzo empecé a hacer pilates tres veces por semana en un estudio cerca de mi casa. Fui siete veces y llegó la pandemia, pero no me rendí y seguí haciéndolo en casa, todos los días, con pesas y tobilleras. Nunca paré.

- Arreglar este tatuaje. Este pensé que no funcionaría. Fui al estudio de tatuajes a principios de marzo y tenía previsto hacerlo a principios de abril, y claramente no salió como esperaba. Pero en septiembre el estudio volvió a abrir y finalmente pude arreglar mi globo aerostático.


Para alguien que pasó prácticamente todo el año encerrada en casa, notarán que no estuvo tan mal, ¿no? Creo que en algún momento del 2021 la pandemia estará bajo control, por eso estos son mis objetivos para el próximo año:

Estudiar francés, pero de verdad. Mi problema acá fue darme cuenta recién en agosto de que no estaba haciendo nada con respecto a esta resolución de año nuevo, por lo que mi dedicación duró poco, ni siquiera llegó a diciembre. Pero en 2021 lo hará.

Ahorrar plata para viajar en 2022. No ahorré mucha plata durante la pandemia porque gasté mucho comprando cosas para la casa y lo que pude recolectar va a mi nueva notebook y al viaje para ver a mi familia en Brasil en febrero, por lo que 2021 debería ser un año de ahorro para poder viajar en 2022.

Ir al gimnasio. Siento que hacer ejercicios en casa no es lo mismo que en un gimnasio. Tengo disciplina, estoy lista todos los días a las 6 de la tarde y hago todo bien durante una hora, pero necesito más potencia. Incluso quiero hacer crossfit, algo así con más power.

Terminar mi libro. Empecé a escribir un libro en 2019, una novela inspirada libremente en mis primeros meses en Buenos Aires, y luego la abandoné durante varios meses. Aproveché la cuarentena para sacarlo del cajón y ahora está en la etapa final. Sin embargo, estaba revisando el texto recientemente y me pareció una reverenda poronga vergonzosa. Si logro mejorarlo de alguna manera, podría hacer algo con él.

Mudarme a un apartamento con aire acondicionado. Este año no salió, pero el año que viene si dios quiere, pero posta, por el amor de dios y de todos los santos.

Volver a tomar lecciones de piano. En diciembre del año pasado fui a mi última clase de piano antes de las vacaciones de mi profesora y nunca volví. Quería cambiar de profesora y no encontré ninguno que no fuera demasiado lejos o demasiado caro, hasta que Javi, que también quería aprender piano, encontró un profesor en nuestro edificio y empezó a ir en marzo. Le prometí que si a él le gustaba y el maestro no fuera un acosador de jóvenes señoras, iría a partir de abril. Y bueno, llegó la pandemia. Javi continuó tomando clases por Zoom, pero no me animé, necesito tener al profesor a mi lado. Espero poder volver en 2021, porque sin este estímulo (el de tener que pagar todos los meses), casi no practico.


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